Son estructuras metálicas, o de otro material resistente, que se emplean para el almacenamiento y transporte de mercancías de manera segura y eficiente. Son piezas fundamentales en la cadena de suministro y desempeñan un papel crucial en el mundo del transporte y la logística.

Los contenedores están diseñados para ser versátiles y fáciles de manejar, lo que los hace perfectos tanto para el transporte terrestre como el  marítimo y el ferroviario. Su estandarización en términos de dimensiones y características facilita la carga y descarga, así como su manipulación a lo largo de toda la cadena de suministro.

Existen varios tipos de contenedores diseñados específicamente para satisfacer las necesidades de diferentes industrias y cargas. Estos son:

• Contenedores estándar de 20 y 40 pies: los contenedores más comunes y versátiles utilizados en el transporte terrestre. Los de 20 pies son ideales para cargas más pequeñas, mientras que los de 40 pies son adecuados para cargas voluminosas. Son resistentes, fáciles de cargar y descargar, y se adaptan a una amplia variedad de productos.
• Contenedores refrigerados: se utilizan para transportar mercancías que requieren temperaturas controladas. Son esenciales para productos perecederos como alimentos, productos farmacéuticos y productos químicos sensibles a la temperatura.
• Contenedores cisterna: están diseñados para transportar líquidos a granel, como productos químicos, petróleo o agua. Son herméticos y cuentan con sistemas de seguridad para mantenerlos cerrados herméticamente y poder prevenir derrames.
• Contenedores de carga a granel: se utilizan para materiales a granel como granos, minerales, arena y carbón. Tienen una abertura superior que permite una carga y descarga eficientes.
• Contenedores de plataforma: son simplemente una plataforma plana sin paredes o techo y son perfectos para cargas de gran tamaño o formas inusuales, como maquinaria pesada o estructuras largas.
• Contenedores de carga lateral: cuentan con puertas laterales que facilitan el acceso a la carga. Son útiles para cargas que necesitan cargarse o descargarse de manera lateral, como tuberías largas o vigas de acero.

En el transporte y la logística, elegir el tipo de contenedor adecuado es una decisión crucial, ya que puede tener un impacto significativo en la eficiencia y la seguridad de la entrega de mercancías.

Estos son algunos consejos para seleccionar el contenedor más apropiado para tus necesidades:

• Tipo de carga : ¿Es líquida, sólida, perecedera, voluminosa, o de forma inusual? Cada tipo de carga requiere un contenedor específico. En el caso de transportar productos perecederos, un contenedor refrigerado es esencial, mientras que cargas voluminosas pueden requerir contenedores de plataforma.
• Tamaño y peso de la carga: Los contenedores estándar de 20 y 40 pies son comunes, pero si tu carga es más pequeña, puedes optar por contenedores de menor tamaño o contenedores de carga seca de alta capacidad.
• Requisitos de temperatura: Si tu carga es sensible a la temperatura o requiere un ambiente controlado, como productos farmacéuticos o alimentos, un contenedor refrigerado (Reefer) es esencial.
• Requisitos de carga y descarga: Hay que tener en cuenta cómo se cargarán y descargarán los productos. Los contenedores de doble puerta o de carga lateral son ideales si necesitas un acceso fácil y rápido a la carga. Si planeas cargar desde la parte superior, los contenedores de carga a granel pueden ser la elección correcta.

Como conclusión final podemos decir que la elección del tipo de contenedor adecuado en el transporte terrestre depende en gran medida del tipo de carga, la distancia a recorrer y las necesidades específicas del envío. Con esta variedad de opciones, los transportistas pueden optimizar sus operaciones y garantizar la entrega segura y eficiente de productos en cualquier servicio.