En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los diferentes sistemas de almacenamiento de los granos y semillas, además de las principales medidas a tomar y los factores que pueden intervenir en el deterioro de estos productos.
Los principales factores que influyen en el deterioro de granos y semillas
Entre los principales enemigos de los granos y semillas encontramos diversas especies de insectos.
- Solamente hace falta la presencia de unos pocos insectos en un almacén para crear el calor y la humedad suficiente para que estos desarrollen más poblaciones de insectos, y así sucesivamente, produciendo la aparición de hongos y bacterias.
- Por otro lado, también están los hongos que crean micotoxinas, que son muy tóxicas para organismos de sangre caliente. Cuando las aves se alimentan de cereales que han sido almacenados en espacios con humedad alta, estas micotoxinas pueden provocarles trastornos muy graves y también la muerte.
- Los roedores son otros de los enemigos de estos productos, produciendo grandes pérdidas y contaminándolos con sus pelos y excreciones.
- Hay que nombrar también a los pájaros, que atacan a los granos y semillas cuando estos se encuentran almacenados en lugares desprotegidos.
Medidas a tener en cuenta para conseguir un buen almacenamiento
Hay que tener en cuenta que los granos y semillas poseen un importante valor agrícola y económico, por lo que su cuidado y almacenamiento requiere de medidas especiales que garanticen su buena conservación durante todo el tiempo que permanecen almacenados.
Estas son algunas medidas para su adecuado almacenamiento:
- Cosechar con el nivel de humedad adecuado.
- Secar los granos y semillas de manera artificial o expuestos al sol, hasta que estos consigan niveles de humedad inferiores al 12%.
- Limpiar debidamente el producto, ya que si el grano está sucio su deterioro en el almacén es más rápido.
- Proteger los granos y semillas en envases para que no sean atacados por organismos, durante el almacenamiento.
- Utilizar un local para el almacenamiento fresco y seco y evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Limpiar y desinfectar el local empleado para el almacenamiento. Si el espacio presenta grietas en las paredes es recomendable repararlas, ya que es un foco de entrada de humedad.
- Cada mes se recomienda realizar una inspección de los materiales almacenados. De esta manera se puede detectar rápidamente la presencia de material dañado. En estas inspecciones también es recomendable medir la humedad y la temperatura.
Métodos de almacenamiento de granos y semillas
Para llevar a cabo las medidas mencionadas en el apartado anterior, como norma general, los sistemas de almacenamiento que se emplean principalmente son:
- En sacos: pueden ser de varios materiales, como el yute. Cuentan con algunas desventajas, ya que ofrecen poca duración y no cuentan con una óptima protección frente a la humedad y los insectos.
- A granel: es el tipo de almacenamiento más común. A diferencia del almacenamiento en sacos, este es mecánico y el manejo de los granos y semillas es rápido y dinámico. Presentan poca seguridad frente a los roedores.
- Hermético: es un sistema a través del cual los granos y semillas se conservan en recipientes que les protegen de la humedad y del aire.
Dentro de este método encontramos dos opciones: sacos de plástico, que son envases herméticos muy sencillos de utilizar que permiten la protección frente a insectos; y la segunda opción son los recipientes metálicos, que son perfectos para proteger los productos del ataque de roedores e insectos.
Por último, añadir que independiente del método de almacenamiento que se emplee, los productos como los granos y las semillas deben permanecer siempre en espacios frescos y secos, además de protegerlos de posibles ataques de insectos, pájaros o roedores.