Cuando hablamos de productos fitosanitarios nos referimos a aquellas sustancias que se emplean para el cuidado del cultivo y de las plantas. El principal fin de estos componentes es que los productos agrícolas sean sanos y beneficiosos para el consumo humano y animal.

Los fitosanitarios se utilizan para hacer frente a hongos, insectos, bacterias, malas hierbas o pequeños roedores, entre otros, y se pueden emplear en diferentes formatos, en forma sólida (en polvo, soluble …) o en forma líquida (concentrados solubles).

Es muy importante que la comercialización de los productos fitosanitarios esté regulada, ya que hay que garantizar la calidad de los alimentos e impedir que no se produzcan consecuencias negativas para el medio ambiente o sobre los humanos.

Para que en España un producto fitosanitario pueda comercializarse debe estar registrado en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios. De esta manera cuando lo compramos en comercios locales de suministros agrícolas tenemos la seguridad que sigue la normativa.

1. El espacio que se emplea para el almacenamiento debe estar debidamente señalizado. De esta manera, tanto el techo como el suelo serán impermeables y de limpieza sencilla.

2. El lugar de almacenamiento también debe disponer a la vista de todo el personal los consejos de seguridad, además de los procedimiento y los números de teléfono de emergencias.

3. Cuando se trate de plaguicidas, estos deberán guardarse en espacios (armarios o cuartos) bajo llave para que no accedan personas no autorizadas.

4. Todos los materiales fitosanitarios se guardarán cerrados y en vertical. El cierre permanecerá hacia arriba y la etiqueta tendrá que ser la original y con las indicaciones perfectamente legibles.

Si se abre el envase y no se emplea todo el contenido, éste deberá permanecer en el mismo recipiente y con las características iniciales.

1. El espacio tendrá suficiente ventilación y con salida al exterior.

2. Los locales estarán separados por pared de obra de cualquier estancia habitada.

3. No se podrán ubicar en lugares cercanos a pozos de extracción o superficies de agua superficial, ni en aquellas zonas sensibles a inundaciones.

4. Si accidentalmente se produce algún derrame, el almacén contará con las medidas adecuadas para recogerlo.

5. Contará con un contenedor acondicionado que se encargará de aislar los recipientes dañados, los vacíos o cualquier vertido accidental que se produzca, hasta que se entreguen a los lugares de residuos correspondientes.

6. Tanto los teléfonos como los procedimientos de emergencia deberán estar en un lugar bien visible en caso de accidente.