• Camiones que requieren refrigeración:

Se trata de aquellos vehículos utilizados para trasladar alimentación. Entre ellos encontramos:

• Camiones isotérmicos:

Este tipo de camión presenta paredes aislantes que controlan la temperatura exterior e interior.

• Camiones refrigerados:

Son vehículos adaptados para mantener el frío en el interior del vehículo, por medio de un instrumento refrigerador propio consigue el descenso de la temperatura dentro del vehículo.

• Camiones frigoríficos:

Son aquellos que no se congelan normalmente, pero mantienen el frío ya que constan de un aislante situado en un compartimento se establece un nuevo ambiente.

• Camiones de caja o contenedor cerrado:

Los contenedores son utilizados para transportar artículos de uso doméstico, paquetes, productos perecederos, indumentaria o electrodomésticos no industriales. Se pueden identificar gracias a su armazón con aspecto de caja.

• Camiones de contenedor o plataforma abierta:

Se trata de un vehículo especialmente diseñado para distribuir mercancías pesadas. Gracias a su mecanismo de rieles laterales extraíbles agiliza el proceso de carga y descarga, además de mantenerla más protegida.

Por ende, el espacio del que se dispone es continuo y ofrece la posibilidad de incluir mayor tonelaje. Son imprescindibles para transportar cualquier carga pesada.

• Camiones de cisterna o tanque:

Este tipo de camiones los utilizamos para transportar pulverulentos.

• Camiones de lona:

Este tipo de vehículo es el más demandado y por ende, el más utilizado en carretera. La lona, cuya localización varía según la necesidad, es muy útil para cargar aquella mercancía de difícil colocación.

La carga comercial es la que más se aprovecha de las ventajas de este tipo de transporte dado que no únicamente es cómodo de manejar, sino que además ofrece seguridad en la carga.