Aunque parezca cosa de ayer, la logística a la inversa surge en la década de los años 70 como una tendencia relacionada con el reciclado de los desechos. Su objetivo en ese momento era aprovechar los materiales mediante su reutilización.
Hoy en día, además de estar relacionada con la concienciación de la reutilización de los productos y sus embalajes, también se vincula con los e-commerce, cuyo reto actualmente es lograr que esta práctica sea rentable y de calidad para la empresa y los clientes.
A continuación, responderemos a las principales cuestiones sobre logística a la inversa.
¿Qué es y para qué sirve la logística a la inversa?
La logística a la inversa se produce después que la mercancía es entregada al cliente y su finalidad es que el paquete se devuelve al proveedor o distribuidor desde el cliente final. Es el proceso inverso de la logística convencional.
Es un procedimiento que no está estrictamente incluido en la cadena de suministro, ya que la devolución de un productos o la recogida de desechos no es algo que se realice siempre.
Su importancia radica en el papel que juega el servicio de devolución de una empresa, ya que un servicio de devoluciones de calidad y competente mejora la experiencia de compra y aumenta la fidelización de los compradores.
¿Cuándo se lleva a cabo?
Las actividades más frecuentes en las que se lleva a cabo la logística inversa son:
- Recogida de la mercancía que va a ser devuelta.
- Clasificación y categorización de los productos recogidos y decidir qué se hace con ello.
- Los materiales o mercancías que van a ser nuevamente vendidos, se preparan y se ofrecen en el mercado.
- Regreso de los materiales a su punto de origen, en el que se realizan los procesos logísticos.
- Cuando hay productos estropeados, se lleva a cabo su destrucción.
- El reciclaje y tratamiento de los productos que van a ser destruidos debe efectuarse de forma apropiada, sobre todo en aquellos materiales que pueden ser peligrosos.
- La gestión administrativa deja constancia de cada uno de los procesos de la logística inversa.
Tipos de logística inversa
Podemos hablar de dos tipologías de logística inversa:
1. Logística a la inversa para la gestión de residuos: se basa en la recogida, reciclaje y gestión de residuos producidos por el producto final una vez ya ha sido distribuido. Su objetivos son dos, por un lado minimizar el impacto ambiental de los desechos y en segundo lugar, reutilizar estos residuos para crear de nuevo valor como materias primas o repuestos, entre otros.
2. Logística a la inversa en las devoluciones: se trata de devolver el paquete desde el cliente hasta su punto de origen. Las devoluciones pueden ser producidas por diversos motivos: descontento de los compradores, material defectuoso, producto equivocado…
Características de la logística a la inversa
Estas son las principales características de la logística inversa:
- Se efectúa por medio del servicio de postventa.
- Participan en ella varios departamentos de una empresa: atención al cliente, ventas, soporte técnico, finanzas y logística.
- Crea oportunidades para establecer una mejor relación con el comprador.
- Es sostenible por medio del efecto de economía de escala, si hay más cantidad de materiales devueltos, mayor es la disminución de los costes de transporte por carretera.
Beneficios de la logística a la inversa
Los beneficios que presenta la logística inversa son:
- Disminución de los gastos de empaquetado.
- Reducción de residuos.
- Administración eficiente de las devoluciones.
- Genera nuevas materias primas partiendo de los residuos.
- Disminución del impacto ambiental que beneficia la imagen de marca.
- Sigue y cumple con la legislación relacionada con los residuos.
- Reducción del número de productos en los stocks.